- Si una persona sin recursos pierde el trabajo, no puede sostenerse por más de 3 meses, está condicionada por la ausencia de ahorros, ingresos pasivos y depende completamente de la voluntad de su empleador. En cambio, alguien de buen poder adquisitivo cuenta con un respaldo ya que ahorra una parte de sus ingresos o realiza inversiones en proyectos rentables.
- Tiene automóvil de más de 10 años de antigüedad. El pobre no puede permitirse comprar un automóvil nuevo ni pagar un seguro o mantenimiento del mismo. Por esta razón, su auto tiene más de 10 años de uso.
- Gasta más dinero del que gana. El pobre vive a créditos en lugar de ahorrar y pagar la totalidad de la compra. Muchas de sus deudas no son de vital importancia y decrecen el presupuesto mensual ya que se llevan una importante carga en comisiones e intereses.
- Dificultad en el pago de las cuentas mensuales. Encontramos dos posibles razones: las deudas restan la mayor parte del ingreso mensual o está ausente planificación de pago de impuestos y servicios, realizando compras espontáneas innecesarias impulsivamente.
- Es cliente permanente de los negocios “Todo por un precio”, usa cupones y descuentos, no deja pasar las liquidaciones. En principio, no tiene nada de malo. Pero, los cupones y descuentos atan al comprador a un comercio concreto, limitan las alternativas de productos y sin querer termina comprando lo que no necesita y de baja calidad. Estos comercios también tienen productos de calidad, pero la mayoría son malos. La persona, tentada por el precio, termina llenando el carrito con cosas inútiles y paga una importante suma por ellos.
- Compra productos prefabricados y comida barata. Por lo general, estos productos están elaborados de materia prima de baja calidad, contienen colorantes y sustancias para mejorar su aspecto y gusto, pero, pocas vitaminas. La alimentación cuya base son productos prefabricados influye negativamente en salud, y la afirmación sobre el ahorro de tiempo en la cocción de dichos productos, es discutible.
- Roba wi-fi, usa programas de piratería, etc. Trabajar en lugares con red gratuita, robar del vecino o instalar en su PC software pirata. Un rico nunca va hacer esto, en cambio, paga por buena calidad y servicio.
- Tiene malos hábitos. Alcohol, cigarrillos, y muchas veces drogas golpean fuertemente el bolsillo del pobre. Este dinero, ahorrado en forma perseverante, podría alcanzar para la compra de un vehículo, u otra cosa de necesidad, y pagarlo de contado.
- Para llegar al trabajo de su casa demora más de una hora. Por lo general, para alquilar una vivienda económica hay que vivir en la periferia y viajar en transporte público.
- No usa ropa limpia todos los días. Esto se explica: por la escasez de vestuario, economía en el detergente y ausencia de recursos para el lavado. Como resultado, viste la misma ropa todos los días.
- Huele mal en casa. En la casa del pobre persiste el desagradable olor a mala limpieza, basura que no es sacada a tiempo, depósito de cosas viejas y mala ventilación del ambiente.
- Dice “No” muy frecuente a sus hijos. Y esto no está relacionado con el proceso educativo, sino por falta de dinero. Además, estamos hablando de bienes básicos.
- Teme que las condiciones de su vida influirán sobre el futuro de sus hijos. Primero, los hijos crecen en un determinado medio absorbiendo las costumbres y modo de actuar de sus padres. Segundo, sus posibilidades de estudio en buen colegio y universidad están limitadas por falta de recursos.
- Depresiones y falta de amor. La permanente escasez de dinero influye en forma negativa en las relaciones familiares provocando depresión, tristeza, peleas y discusiones matrimoniales, muchas veces llevando a la separación las parejas. Los padres trabajan demasiadas horas o para escapar de sus problemas toman alcohol, miran televisión, etc. Prácticamente no dedican tiempo a sus hijos.
- Espera ayuda del estado. Los subsidios y planes sociales ayudan a pagar sus gastos, pero no son suficientes para vivir dignamente. Son un bono, un pequeño respaldo en situaciones críticas, pero no son una salida a la condición de pobreza. Tampoco lo es pensar en la jubilación como una salvación. Esta llegará a su debido tiempo, pero no representa un gran ingreso.
Si usted reconoció en sí mismo algunos de los rasgos que hemos descripto, ¿no cree que debería cambiar? Todavía está a tiempo de reaccionar.